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La Grieta malvasía
Uno de los pocos vinos embotellados en el norte de Lanzarote, una zona teóricamente “no apta” para la malvasía. La bodega, sin embargo, consigue obtener un vino de calidad…
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Depósitos de acero de la bodega en su sede de Punta Mujeres./ Foto T. GONÇALVES
Depósitos de acero de la bodega en su sede de Punta Mujeres.
Un amigo fue quien animó a Ricardo Socas Romero –un hombre de familia de agricultores al que le gusta mucho el campo– a montar la bodega. Él, que regenta un restaurante de sabrosa gastronomía marinera en Arrieta, así lo hizo, poniendo todo el entusiasmo con que suele hacer los proyectos que emprende. “Es mucho jaleo”, confiesa, porque él se encarga de todo en su pequeña bodega y las fincas donde tiene la viña. Pero no está solo, porque también llevan su uva viticultores veteranos de la zona norte de Lanzarote. “Aquí no hay generación nueva, ellos son todos viejos de 70 años para arriba y el más joven soy yo que tengo 50”, se ríe.

Cortar las puntas es una antigua tradición que se justificaba porque esa rama era lo único verde que había antes para dar de comer a los animales en verano, y todavía hay gente mayor que lo sigue haciendo, pese a que ya no tienen animales.

“Pero es una maravilla, porque cuando te llega gente mayor a la bodega es muy interesante”, añade, pensando en toda la información y experiencia que estas personas atesoran. Aunque en cuestión de vinos debe trabajar con otros criterios más actuales, por ejemplo, al decidir qué maduración debe tener la uva para vendimiar –aunque los viticultores a veces se impacientan– o cómo cuidar la viña, desterrando la costumbre de cortar las puntas de las parras porque perjudica a la calidad de la uva y del vino.

Se ha desterrando la costumbre de cortar las puntas de las parras porque perjudica a la calidad de la uva. Antiguamente esa rama era lo único verde que había para dar de comer a los animales en verano

Ricardo Socas muestra la viña tradicional en la finca delante del volcán de la Corona.

El norte de Lanzarote cuenta en la actualidad con mucha viña abandonada, pues la uva madura después que en el resto de la isla y las grandes bodegas no pueden esperar por ella. Pero la tradición y el paisaje existen. “Yo soy el último que vendimia en la isla –dice–, porque tengo la viña alta”. Y, en efecto, una de las fincas donde cultiva la vid está junto al volcán de la Corona, en un paisaje vitícola de gran belleza a casi 600 metros sobre el nivel del mar (la mayor altura de la isla se encuentra en las Peñas del Chache, con sus 670 m), con plantación tradicional a ras de suelo.

Pero Ricardo ha plantado otras dos fincas aplicando técnicas de cultivo más modernas e introduciendo uva tinta (entre ellas, una variedad de más reciente introducción en la isla, la syrah), además de la tradicional malvasía volcánica. Su idea era y sigue siendo demostrar que Lanzarote, además de buenos blancos, también producir buenos vinos tintos: “Con una planta que me dé pocos kilos, pero que tenga mucha superficie foliar y mucha raíz, para que sea capaz de nutrirse bien del terreno”. Ahí también chocó con la opinión de los viticultores de más edad: “Ellos dicen que una parra que no de una caja, no es una parra”.

Entre las nuevas plantaciones de sus fincas, ha incluido la variedad syrah./ Foto T. GONÇALVES
Entre las nuevas plantaciones de sus fincas, ha incluido la variedad syrah.

Ricardo Socas:
“En el agua, la burbuja de aire sube a una media de tres metros por minuto. Lo que yo hice es bajar las botellas a la misma velocidad»

El tinto, sumergido
Y así fue como empezó a elaborar vino en 2007. Al principio sólo malvasía y, después, también un poco tinto joven (2.600 botellas de tinto, frente a las 21.000 que hizo de blanco en 2013) con una elaboración muy original: después de embotellarlo lo pone a reposar en el mar a 17 metros de profundidad, en Punta Mujeres. Experto buceador, a Ricardo se le ocurrió experimentar con esa idea a partir de lo que ha observado buceando: “En el agua, la burbuja de aire sube a una media de tres metros por minuto. Lo que yo hice es bajar las botellas a la misma velocidad, para que el tapón no se me desplazara y no se perdiera la cámara de aire. La primera vez metí blanco y tinto, a ver lo que pasaba. Y la verdad es que el tinto fue una bomba cuando se cató en el consejo regulador”. Aquella experiencia, que realizó con una autorización provisional de la Demarcación de Costas, espera ahora por la autorización definitiva para reanudar la producción con esa curiosidad.

Bodega Malpaís de Máguez SLU
Calle Cueva de los Verdes, nº 5 (Punta Mujeres) 35542 Haría (Lanzarote)
● Capacidad: 24.000 litros.
● Producción media: 23.000 botellas/año.
● Exportación: Península y Alemania (pequeñas partidas).
Teléfono: (34) 928 848 110
Móvil: (34) 616 908 484
Correo electrónico: bodegamalpais@gmail.com
Facebook: https://es-la.facebook.com/bodega.malpaisdemaguez
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