■ La Grieta malvasía
Uno de los pocos vinos embotellados en el norte de Lanzarote, una zona teóricamente “no apta” para la malvasía. La bodega, sin embargo, consigue obtener un vino de calidad…
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Cortar las puntas es una antigua tradición que se justificaba porque esa rama era lo único verde que había antes para dar de comer a los animales en verano, y todavía hay gente mayor que lo sigue haciendo, pese a que ya no tienen animales.
“Pero es una maravilla, porque cuando te llega gente mayor a la bodega es muy interesante”, añade, pensando en toda la información y experiencia que estas personas atesoran. Aunque en cuestión de vinos debe trabajar con otros criterios más actuales, por ejemplo, al decidir qué maduración debe tener la uva para vendimiar –aunque los viticultores a veces se impacientan– o cómo cuidar la viña, desterrando la costumbre de cortar las puntas de las parras porque perjudica a la calidad de la uva y del vino.
Se ha desterrando la costumbre de cortar las puntas de las parras porque perjudica a la calidad de la uva. Antiguamente esa rama era lo único verde que había para dar de comer a los animales en verano
El norte de Lanzarote cuenta en la actualidad con mucha viña abandonada, pues la uva madura después que en el resto de la isla y las grandes bodegas no pueden esperar por ella. Pero la tradición y el paisaje existen. “Yo soy el último que vendimia en la isla –dice–, porque tengo la viña alta”. Y, en efecto, una de las fincas donde cultiva la vid está junto al volcán de la Corona, en un paisaje vitícola de gran belleza a casi 600 metros sobre el nivel del mar (la mayor altura de la isla se encuentra en las Peñas del Chache, con sus 670 m), con plantación tradicional a ras de suelo.
Pero Ricardo ha plantado otras dos fincas aplicando técnicas de cultivo más modernas e introduciendo uva tinta (entre ellas, una variedad de más reciente introducción en la isla, la syrah), además de la tradicional malvasía volcánica. Su idea era y sigue siendo demostrar que Lanzarote, además de buenos blancos, también producir buenos vinos tintos: “Con una planta que me dé pocos kilos, pero que tenga mucha superficie foliar y mucha raíz, para que sea capaz de nutrirse bien del terreno”. Ahí también chocó con la opinión de los viticultores de más edad: “Ellos dicen que una parra que no de una caja, no es una parra”.
Ricardo Socas:
“En el agua, la burbuja de aire sube a una media de tres metros por minuto. Lo que yo hice es bajar las botellas a la misma velocidad»
El tinto, sumergido
Y así fue como empezó a elaborar vino en 2007. Al principio sólo malvasía y, después, también un poco tinto joven (2.600 botellas de tinto, frente a las 21.000 que hizo de blanco en 2013) con una elaboración muy original: después de embotellarlo lo pone a reposar en el mar a 17 metros de profundidad, en Punta Mujeres. Experto buceador, a Ricardo se le ocurrió experimentar con esa idea a partir de lo que ha observado buceando: “En el agua, la burbuja de aire sube a una media de tres metros por minuto. Lo que yo hice es bajar las botellas a la misma velocidad, para que el tapón no se me desplazara y no se perdiera la cámara de aire. La primera vez metí blanco y tinto, a ver lo que pasaba. Y la verdad es que el tinto fue una bomba cuando se cató en el consejo regulador”. Aquella experiencia, que realizó con una autorización provisional de la Demarcación de Costas, espera ahora por la autorización definitiva para reanudar la producción con esa curiosidad.
■ Bodega Malpaís de Máguez SLU Calle Cueva de los Verdes, nº 5 (Punta Mujeres) 35542 Haría (Lanzarote) ● Capacidad: 24.000 litros. ● Producción media: 23.000 botellas/año. ● Exportación: Península y Alemania (pequeñas partidas). Móvil: (34) 616 908 484 Correo electrónico: bodegamalpais@gmail.com Facebook: https://es-la.facebook.com/bodega.malpaisdemaguez |